«El Grupo», «La Célula»….o cómo la quieran llamar…

¿Quién de nosotros no ha asistido, dirigido, o por lo menos ha sido insistentemente invitado a asistir a un "grupo", o "estudio bíblico" o cualesqueira otra de sus distintas variaciones, formatos o modalildades?  Creo que si no todos, muchos.

 

Algunos, como en mi caso, hemos hecho las tres cosas en algún punto: hemos aceptado la invitación, hemos asistido y en algún punto, pues dirigido nuestro propio grupo en la casa o en la casa de alguien más.   He de confesar algo: me gusta eso de dirigir grupos. Hay algo en la posibilidad de influir, de enseñar y de compartir perspectivas particulares sobre temas tan profundos, que en total honestidad, satisface mucho.  Me encanta sentarme a hablar formal o informalmente sobre temas de Dios, la Biblia, la vida, filosofar, en fin….de todo.

 

Mi "issue" (cómo diríamos en CP) gira más alrededor de cuestiones de forma, más que de fondo ahora.   Digo, hace meses que el grupo que teníamos en la casa ya no funciona, y me pregunto ¿por qué?

 

¿Hay alguna forma correcta de "hacer grupo"? ¿Hay algún formato, o machote organizacional para asegurar el éxito? ¿Por qué cuesta generar el mismo entusiasmo en los demás para invitar, tomar iniciativas, etc.? ¿De quién es responsabilidad la asistencia al grupo? ¿Del "líder"? ¿Del asistente?

 

Me nacen estas preguntas porque el estar "inactivo" después de tanto tiempo en estas cosas me genera si no ansiedad, como mínimo un vacío y cierto grado de inconformidad con mi "no hacer nada".  No quiero inventarme el agua azucarada, ni mucho menos hacer un "copy-paste" de algún modelo, pero si quiero lograr conformar un grupo dónde hablemos de estos temas y de los temas de hoy con apertura, criterio, humildad y un deseo sincero de encontrar en Dios y en Su Palabra, las respuestas a las preguntas que a veces ni siquiera nos atrevemos a hacer.

 

¿Qué piensan? ¿Sugerencias?